Seguro que en más de una ocasión leyendo sobre cómo hacer cerveza te has encontrado con el término floculación y no te acaba de quedar claro a qué ser refiere.
¡Qué no cunda el pánico!
Voy a explicártelo de la manera más sencilla posible. O al menos intentarlo…
¿Qué es la floculación?
La floculación es el proceso en el cual distintas sustancias en suspensión se aglutinan y precipitan, facilitando su decantación y filtrado.
Dicho de una manera más fácil, la floculación determina cuánto tarda la levadura y otras partículas en suspensión en unirse, de modo que forma partículas más grandes y pesadas, para a continuación bajar al fondo de nuestro fermentador.
Y ahora el más sencillo todavía…
En tu fermentador tienes cerveza en la que hay ciertas cosas en suspensión, como levadura, restos de lúpulo, proteína, etc.
La floculación consiste en que estas partículas se junten (aglutinen). Al juntarse pesan más y se van para el fondo (precipitan).
Una vez en el fondo facilitan separar el líquido dejando los restos atrás (decantado) o en su caso, el filtrado, pues cuanto más grandes sean las partículas más sencillo es separarlas.
El nivel de floculación no sólo hace mención al tiempo, sino también a la cantidad, es decir, a qué cantidad de levadura sedimenta.
Alta y baja floculación
Otro concepto que seguramente también te sonará es el de levaduras de alta floculación y/o baja floculación. Vamos a ver de qué va esto…
- Baja floculación quiere decir que flocula poco. Esto implica que la levadura necesita más de tiempo para realizar la fermentación y que además tiende a quedarse en suspensión en la cerveza. Eso significa, entre otras cosas, cerveza más turbia.
- Alta floculación es sinónimo de que la levadura flocula mucho, o sea, que precipita bastante rápido y bien en el fondo del fermentador. Esto suele conllevar cervezas más claras.
Es por este fenómeno de la floculación por lo que el frío o la gelatina contribuyen a obtener cervezas más claras, porque favorecen la decantación y/o el aglutinamiento de partículas.